II FESTIVAL DE VIDEOARTE EN EL CUARTO SIMPÁTICO
Del 7 al 11 de enero de 2011. El cuarto simpático. C/ Santa María, nº 15. Madrid. De 10,30 a 14 h y de 17 a 20,30 h. Cerrado lunes mañana, sábados tarde y festivos.
El II Festival de Videoarte del Cuarto Simpático está dedicado, casi en exclusiva, a la selección de vídeos mostrados en la VI Feria de Arte Contemporáneo de Arévalo (celebrada en 2010), organizada por la Cámara de Comercio e Industria de dicha localidad abulense, que, aunque modesta, actualmente se perfila como la única feria de arte contemporáneo anual que se puede ver en la comunidad de Castilla y León.
Dentro de las obras recopiladas se dan varias temáticas y diferentes formas de enfrentarse al acto de creación de imágenes en movimiento, si bien, predomina el vídeo como documento de acciones efímeras.
En el caso de la obra de Arturo Ledesma, la imagen aparece sin editar, en crudo, casi tanto como la temática de sus performances. En ellas es habitual que utilice su propio cuerpo como soporte y receptor de múltiples agravios, como medio para expresar lo irracional del mundo moderno. Continuando la brecha abierta por Chris Burden, en 1971, cuando fue disparado voluntariamente en una performance, Arturo Ledesma, en la videoacción “Ego sum lux mundi II” (yo soy la luz del mundo II) se expone a que le cosan los parpados, algo que unido a su vestimenta, similar a la del Ku Klux Klan, nos remite a la ceguera que producen las ideologías cuando son llevadas al extremo.
Del mismo artista, pero en esta ocasión junto con la también performer y escultora Maria José Tobal, se exhibe un vídeo de la performance realizada por ambos en la inauguración de la VI edición de la Feria de Arte Contemporáneo de Arévalo. De nuevo se trata de imágenes sin editar, que muestran a los artistas ataviados como si de personajes decimonónicos se tratase, él sentado en un sillón de cierta presencia, ella de pie y detrás. Comienza a sonar la música y, según ésta va in crescendo, la artista comienza a besar la cabeza rasurada de él, impregnándola de pintalabios rojo.
Otra pareja artística, formada en este caso por Michiko Totoki y Juanma Vidal, también rescatan una acción en la que funden a partes iguales performance y land art. La artista de origen japonés también se sirve de su propio cuerpo como soporte artístico y lo hace interrelacionarse con el espacio y el medio natural, transformándose en un puente de carácter orgánico y efímero.
Continuando con el registro de acciones a través del vídeo, en la obra de Pilar Álvarez, “First song”, se puede ver a la propia autora doce veces al mismo tiempo, gracias a la técnica splitscreen (división de la pantalla), tocando con la batería la misma canción en diferentes ensayos. En esta ocasión, es notable que el vídeo ha sido editado, lo que junto a los efectos utilizados y la temática musical, lo enlaza con la elaboración de videoclips, campo que es y ha sido fértil para la experimentación audiovisual como ejemplifican los autores Chris Cunningham y Michel Gondry. Es palpable además la influencia de la obra videográfica de Andy Warhol, ya que ambos comparten un cierto gusto por el voyeurismo.
Por su parte, Belin Castro se vale del formato vídeo para documentar el desmontaje de una de sus obras en una exposición colectiva realizada en 2002 en la ermita de San Millan de Medina de Pomar, Burgos, que se muestra, en palabras de la propia artista, como "una metafora sobre mi vida personal en el sentido de previsión y planificación que la propia vida y el transcurrir del tiempo acaban desbaratando".
Para terminar, la obra de tres videoartistas cuyas piezas denotan un grado notable de refinamiento técnico y una mayor utilización de los recursos que ofrece la tecnología.
María Castellanos en “Memoria_” juega con una especie de metalenguaje, ya que utiliza las imágenes en movimiento para hablar de lenguajes como la fotografía (y por extensión del vídeo mismo) que sirven para capturar y almacenar información audiovisual y gráfica, aproximadamente las mismas funciones que tiene la memoria en el cuerpo humano. La misma artista además presenta “Tránsito”, en la cual también utiliza el splitscreen, aunque en este caso se multiplican no solo las imágenes (de diferentes tomas de accidentes que podemos encontrar en el suelo urbano como alcantarillas y desagües) sino también los sonidos de fondo de las diferentes secuencias de vídeo.
Vicent Gisbert también participa con dos obras, con bastantes puntos en común. Para empezar, en ambas se ha recurrido a la estética en blanco y negro, y se puede decir que, aunque en principio estas obras tengan una estructura narrativa más tradicional que la mayoría de los demás videos, también provocan una cierta sensación de ambigüedad y desasosiego. La primera historia “AU”, nos muestra un personaje masculino que se levanta de la cama, se viste y realiza lo que parecen ser sus quehaceres diarios, que no son otros que subir a la azotea del edificio donde vive y comenzar una especie de danza, que quizás nos parezca más propia de algún ritual chamánico de las entrañas de la selva que de nuestro mundo occidental. La otra pieza, “Contra”, nos sitúa en un terreno lleno de piedra y arena, que suponemos cercano al mar por la aparición de un faro, sobre el cual danza con movimientos similares el mismo bailarin (gracias a los créditos descubrimos que es el propio artista).
Por último, Sergio Sotomayor colabora con las dos únicas piezas de la muestra realizadas exclusivamente por medio de animación digital, lo que no le impide conseguir un gran realismo, sobretodo en la pieza titulada “Madera”. En ella, el artista nos sumerge en una construcción artificial de madera, como una casa de campo con pasillos grandes y amplios, a cada paso nos encontramos con unos enigmáticos tentáculos o serpientes de textura similar a las paredes y techos, que no se mueven, pero que nos acechan en todo momento. La parte sonora esta formada por sonidos de sierras cortando y lijas trabajando la madera, con lo que enfatiza el sentimiento de opresión. El vídeo “Cuántica” es una composición que destaca por su delicadeza; muestra una figura femenina totalmente blanca, que parece un maniquí que ha cobrado vida y efectúa sinuosos movimientos a cámara lenta y que, a intervalos, es literalmente cortada por el plano de proyección, apareciendo y despareciendo de éste.
También en el Festival podemos disfrutar de la obra de otros artistas, que han participado en la Feria en años anteriores, como Guillermo Menéndez de Llano o Nacho Ramírez, o no, como Omar A. Bosco Jerez.
Comisarios de la muestra
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